El universo paralelo del dólar blue, que es ilegal, fue uno de los primeros perdedores apenas se vaciaron las calles por la cuarentena total. Ya en los días de descuento antes del aislamiento por el coronavirus, cuando había poca circulación de personas, los operadores hicieron sus últimos negocios grandes en la libertad velada que les da la vía pública a pesar de no ser una actividad declarada.
Hoy, los arbolitos que trabajaban para cuevas están sin ingresos y buscan empleos temporarios. Mientras, los pocos operadores que tienen sus propios clientes hacen algunos envíos vía delivery desde sus casas, a través de taxistas amigos o cadetes en moto, siempre con el máximo disimulo.
Franco, quien usó un nombre ficticio en una entrevista con La Nación, es uno de los operadores más antiguos sobre la calle Florida en la Ciudad de Buenos Aires. Conoce el sector bien de cerca y es su propio jefe: compra al por mayor y vende al por menor, sin mayor intermediación. Hoy, aislado en su casa y sin posibilidad de acercarse al centro porteño, recibe "cuatro o cinco" llamados al día y cierra solamente una operación con ayuda de un taxista amigo, que va y viene con sus encargos y al que le "tira unos mangos", dice.
Los arbolitos calculan que aún restan varias semanas hasta que puedan volver a las calles; algunos buscan empleos temporarios para generar algún ingresoLos arbolitos calculan que aún restan varias semanas hasta que puedan volver a las calles; algunos buscan empleos temporarios para generar algún ingreso Fuente: Archivo
Algo similar hace Carlos, otro operador con clientes propios. Envía una moto con los dólares y hace delivery puerta a puerta. Es por eso que, dice, hoy tiene más poder de negociación a la hora de poner un precio.
Los saltos del blue que se vieron en los últimos días -que lo llevaron de unos $88 a los casi $120 de hoy- parecían estar acompañando lo que sucedía en el dólar libre legal, el MEP y el contado "con liqui" (CCL), los tipos de cambio a los que se accede a través de la compraventa de activos financieros, que escalaron en medio de un contexto de liquidez alta (o exceso de pesos).
Pero lo que más mueve este tipo de cambio es simplemente la oferta y la demanda. Y con una oferta casi retirada por completo, el billete blue se convirtió en un bien escaso. Los de estos días son precios "más en el aire que otra cosa", dice uno de los operadores con experiencia.
Desde que inició la cuarentena hasta los primeros días de abril, el precio del billete paralelo entre los $85,50 y los $83,50. Desde el lunes pasado, comenzó a avanzar y superó la barrera de los $100. Esta tarde se ubicaba $18 por encima de ese valor.
Mientras tanto, la semana pasada el MEP y el CCL se desinflaron luego de superar los $110, "domados" por las medidas del Banco Central que buscaron terminar con una oferta de liquidez muy barata , aunque esta semana vuelven a escalar a pesar de los esfuerzos oficiales.
Ya casi desacompasado de los otros tipos de cambio que no están alcanzados por las restricciones oficiales, al blue solo le queda esperar volver a las calles para "normalizar" un poco sus valores, ya sin una oferta restringida por las condiciones de la cuarentena.
Según las estimaciones de Franco, los operadores no podrán hacerlo hasta pasadas las vacaciones de invierno, por lo que se prepara para unos meses duros. Vivirá de sus ahorros.
Mientras tanto, los arbolitos que trabajan para una cueva, algo así como los que son los "promotores comerciales" del blue, buscan trabajo temporario de lo que sea. Sin ingresos y aún sin perspectivas de volver a cobrar comisiones, buscan reconvertirse en empleados de supermercados y otros sectores exceptuados que contratan personal temporario.
05 de junio. “Para nosotros es fundamental. Recibimos entre 50.000 y 80.000 turistas”, dijo Gustavo Barrera durante una reunión de la Comisión de Turismo de la Cámara de Diputados de la Nación, donde se debatieron dos proyectos para reorganizar el calendario de feriados.
02 de junio. Como adelantó Entrelineas.info y reconoció Carlos Bianco, varios municipios del interior bonaerense enfrentan una crisis económica profunda. El caso de Villa Gesell expone la gravedad del escenario: recortes de funcionarios, fusión de áreas y preocupación por el pago de sueldos y aguinaldos.
31 de mayo. Mientras Milei, el PRO y parte del radicalismo negocian un frente antiperonista en la provincia, en municipios como La Costa la unidad suena más a fantasía que a plan real. Todos contra todos: acusaciones cruzadas, internas al rojo vivo y alianzas fallidas dibujan un escenario donde cualquier acuerdo parece más un rejunte que una alternativa de poder.
28 de mayo. Esteban Santoro, intendente madariaguense, se convirtió en el primer dirigente político importante que denuncia directamente a la obra social de los jubilados. Jorge Villalba, secretario de Salud geselino, anticipó que el municipio también prepara una denuncia formal.
27 de mayo. El 6 de junio, Javier Milei será recibido por el sucesor de Francisco en el Vaticano. Luego viajará a Italia, Francia e Israel, en una gira marcada por contradicciones ideológicas, tensiones globales y objetivos diplomáticos.
26 de mayo. El ajuste nacional ya impacta de lleno en las finanzas locales: varias comunas del interior bonaerense advierten graves dificultades para cumplir con sus obligaciones. Villa Gesell declaró la emergencia económica, mientras que en el vecino Partido de La Costa confirmaron que los pagos están garantizados. “Hay municipios muy complicados”, advirtió el ministro Carlos Bianco.
22 de mayo. La referente local de La Libertad Avanza descartó cualquier alianza con el exintendente y denunció irregularidades durante su gestión. “Nosotros no hacemos acuerdos con quienes usaron el Estado”, aseguró.
22 de mayo. Por la decisión de no trasladar el 12 de octubre, que este año cae domingo, distintos municipios turísticos de la Quinta Sección advierten que perder el fin de semana largo afectará gravemente las economías locales. Piden al Congreso que revierta la medida.