Día del Diseñador Gráfico: por qué se festeja el 24 de octubre en Argentina
La fecha se eligió a partir de la primera graduada de la carrera, en la Universidad Nacional de Cuyo, que tuvo como protagonista a una mujer.
El 24 de octubre se celebra Día del Diseñador Gráfico en la Argentina. Se trata de una profesión a través de la cual se busca cubrir necesidades orientadas hacia un tipo de comunicación visual.
La fecha está asociada al año 1966, cuando Haydée Carina Strittmatter se convirtió en la primera alumna en cursar y aprobar los cuatro años de la reciente carrera, Escuela Superior de Artes Plásticas de la Universidad Nacional de Cuyo, y de esa manera se convirtió en la primera diseñadora gráfica del país. Con su cursado, en realidad, obtuvo el título intermedio, pero ese fue justamente el primer título profesional otorgado en el país a esa especialidad.
Las mujeres, que siguen dominando no sólo esa carrera y no sólo en esa universidad (de hecho hay más graduadas mujeres que hombres), también siguieron haciendo historia, ya que dos años después otras dos estudiantes obtuvieron el título mayor de la carrera. Así, el 23 de agosto de 1968, Martha Passera y Raquel Perales se recibieron de diseñadoras industriales (tal el nombre del título que estableció la UNCuyo), según informó el diario Los Andes.
En 1975, el reconocido profesor y formador de diseñadores Mario Delhez (de Mendoza) presentó junto con un colega de La Plata, Ricardo Denegri, la propuesta para que el 24 de octubre (día en que Haydée Strittmatter aprobó todas las materias para obtener su primer título) fuera considerado como el día del diseñador gráfico en toda la Argentina.
“Lo bueno entra por los ojos y la primera impresión es lo que cuenta”, es una frase cabecera de quienes están introducidos en el mundo del Diseño Gráfico. La capacidad de transmitir una idea visualmente dejando atrás las palabras es una acción y trabajo que permite romper barreras.
Las aplicaciones del saber aprendido en una cursada de Diseño Gráfico son variables. Esto se debe a que los pedidos hacia un diseñador pueden ir desde el diseño de un producto hasta la confección de su packaging, así como otras tareas más ligadas al mercado editorial, la identidad corporativa, la ilustración y la señalética.