Cerró McBar: el histórico restaurante de San Bernardo que marcó a generaciones de turistas y vecinos
Funcionó casi 40 años en la esquina más icónica de Chiozza y San Bernardo. Este lunes abrió por última vez y ya hay cartel de alquiler en la vidriera. El mensaje de despedida que conmovió a muchos.

El local donde estaba el McBar, que ocupa una superficie total de 430 metros cuadrados y tiene dos pisos, se encuentra en alquiler.
Se apagaron las luces de uno de los clásicos más queridos de San Bernardo. Después de casi cuatro décadas, McBar bajó sus persianas por última vez este lunes 4 de agosto. El tradicional local de la esquina de Chiozza y Avenida San Bernardo cerró sus puertas, dejando un vacío difícil de llenar para turistas y vecinos del Partido de La Costa.
Desde hace semanas se venía gestando la despedida, según informó el portal San Bernardo.info. Primero fue el cartel de “alquiler” pegado en el frente del restaurante. Luego, el anuncio oficial: un comunicado breve pero emotivo que los dueños colocaron en los vidrios, agradeciendo a clientes, proveedores y amigos por acompañarlos durante tantos años. “Gracias por estos casi 40 años de historia compartida”, decía el mensaje.
El local es ofrecido para alquiler por la inmobiliaria Franco desde fines de junio: el valor anual es de 55.000 dólares, sin incluir comisión. También existe la posibilidad de un contrato por dos años, según se detalla en la web de la empresa.
Un ícono de San Bernardo
McBar fue mucho más que un restaurante: fue un punto de encuentro infaltable para varias generaciones. Allí se reunían familias enteras, grupos de amigos, parejas, hinchas de River, vecinos estables y visitantes esporádicos. Muchos lo recuerdan por sus desayunos frente al mar, por los partidos de fútbol en pantalla gigante, o por ser sede de eventos a beneficio de la Fiesta Nacional del Sol y la Familia.
Con su cierre, se despide una parte entrañable de la identidad de San Bernardo, esa que mezcla afectos, costumbres y veranos inolvidables.
¿Volverá algún día?
Aunque la etapa actual se da por concluida, los dueños dejaron una puerta abierta: la posibilidad de algún reencuentro futuro. Mientras tanto, McBar ya es historia. Una historia escrita en el corazón de miles que alguna vez pasaron por esa esquina y la hicieron propia.