Crimen de Fernando Báez Sosa: por qué aparecieron ahora pruebas que se desecharon en el juicio
En los documentos están reflejados los estudios que le realizaron en el shock room del hospital de Villa Gesell. El detalle de los resultados.
En las últimas horas, se conoció el detalle de los análisis y estudios que le realizaron a Fernando Báez Sosa en el hospital de Villa Gesell a donde fue trasladado tras la brutal golpiza de la que fue víctima en la puerta del boliche Le Brique y que le costó la vida.
De acuerdo a los documentos, el joven llegó al sanatorio “sin chances de sobrevivir”, por lo que se deduce que no falleció en la puerta del boliche Le Brique, sino en el centro de salud.
Los informes fueron solicitados por el abogado defensor de los ocho rugbiers condenados por el crimen, Hugo Tomei. Se trata de los resultados correspondientes a análisis de sangre, electrocardiograma, tomografías computarizadas de cráneo, cuello, tórax, abdomen y pelvis.
En tanto, al conocerse la solicitud de Tomei, comenzó a especularse con que estos documentos darían un giro en el caso, ya que podría inferirse que el joven falleció por la agresión recibida, pero también por alguna impericia en la atención médica que recibió.
Por su parte, el abogado Fernando Burlando, abogado de los padres del joven fallecido, argumentó que la aparición de la historia clínica no cambiará la situación de los rugbiers condenados.
“No creo, porque aparte la prueba que se incorporó al debate es la que hay y la que evalúa la Justicia. Esto no variaría. Esa es la postura del particular damnificado y la fiscalía, seguramente la defensa tendrá muchas cosas para decir”, argumentó en diálogo con Argenzuela, por Radio 10.
Estos análisis fueron incorporados a la causa tres años después del asesinato de Báez Sosa y de que el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores haya condenado a Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Luciano Pertossi a prisión perpetua, y a Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi a quince años de cárcel.
En tanto, respecto a las lesiones en la cabeza que tuvo el joven, el médico que firmó el informe indicó que tuvo una “hemorragia subaracnoidea bilateral que ocupa todas las cavidades ependimarias, sin evidencias de lesiones óseas de origen traumático”.
Con respecto al tórax, confirmó que había “signos claros de aspiración de fluidos y signos de ahogamiento con ocupación de la tráquea, bronquios principales, lobares y segmentarios, así como de las estructuras alveolares parahiliares”.
También se detectó “abundante contenido entérico o de ingesta líquida en cavidad gástrica y abundante contenido gaseoso en intestino delgado y marco colónico”.
En diálogo con Crónica, Burlado aseguró: “En la vereda Fernando no tenía signos vitales se le pone desfibrilador. En la sala de shock room se realizaron tareas de reanimación ocho ampollas de adrenalina, masajes cardíacos, shocks eléctricos, de todo. No cambia nada. Murió en la calle. En la causa está la autopsia, el certificado de defunción. Además, si murió un minuto antes o uno después no modifica que se organizaron para matarlo. Los golpes que tenía eran incompatibles con la vida, eso lo declararon los peritos. Aunque le hubieran pegado en la puerta del hospital se moría. No había nada que hacer”.