Un médico dolorense cuenta cómo es trabajar con el Coronavirus
Mateo Carzolio se desempeña, junto a colegas, enfermeras y voluntarios, en el Centro de Aislamiento montado en el albergue estudiantil de la Universidad Nacional de La Plata. "Miedo no hay, sólo pensamos en ayudar", dicen.
Cuando se dispuso el aislamiento social, preventivo y obligatorio, el albergue estudiantil de la Universidad Nacional de La Plata, ubicado en las calles 127 y 61 de Berisso y donde hasta mediados de marzo se alojaban unos 150 estudiantes universitarios de todo el país, quedó vació y se lo acondicionó como Centro de Aislamiento para casos positivos de Coronavirus.
Así, el 3 de junio llegaron los primeros pacientes, todos vecinos del barrio popular "José Luis Cabezas", que se extiende entre las ciudades de Berisso y Ensenada y en el que se declaró un brote con más de 50 contagios de Covid-19.
Por ahora, en el Centro de Aislamiento hay 9 pacientes: una familia compuesta por cuatro hombres y una mujer; otra mujer y su hijo de 11 años; y dos hombres jóvenes sin vínculo entre sí.
Para atenderlos y asistirlos trabajan 7 médicos, 15 enfermeras y unos 50 voluntarios. Entre los médicos está el dolorense Mateo Carzolio, quien contó que no fue fácil manejar con su entorno el particular trabajo que lleva a cabo en el Centro de Aislamiento.
"Mi familia está en la ciudad de Dolores, no los veo desde el inicio de la cuarentena pero están muy orgullosos de mi", dijo emocionado aunque su mirada se ensombreció al recordar: "Cuando arranqué a trabajar acá, mi novia se fue a vivir con sus padres. Lo acordamos así porque ella trabaja con ellos y era riesgoso para estos", le contó Carzolio a la Agencia Télam.
Sobre el estado de salud de las personas aisladas por tener Covid-19, el dolorense explicó: "Los pacientes están bien, no tienen complicaciones respiratorias, me encargo de auscultarlos, tomarles la temperatura y, en esos momentos, suelen preguntarme cuánto durará la enfermedad o qué síntomas pueden aparecerles. Además, tenemos un grupo de Whatsapp con ellos por el que me avisan, por ejemplo, si les duele la cabeza".
El Dr. Carzolio también se encarga de recibir y descontaminar los bolsos con ropa que los familiares de los pacientes alcanzan hasta la puerta del Centro de Aislamiento, ya que no pueden ingresar al lugar.
El médico dolorense y tres enfermeras consultadas por Télam coincidieron en que genera stress estar alerta para no tocar nada contaminado pero, como sintetiza Mariana Lezcano, una de ellas:"La inseguridad y el miedo son el peor enemigo; acá, no lo permitimos, solo pensamos en ayudar a los pacientes".