Apuntes para una reforma de la provincia de Buenos Aires
El intendente de Pinamar y precandidato a diputado nacional por Juntos plantea una serie de “reformas necesarias para lo que viene”. Eliminar las secciones electorales, unificar las dos cámaras legislativas y dividir los “municipios gigantes”, son algunas de ellas.
Les propongo pensar en obviedades:
1. La provincia de Buenos Aires es demasiado grande y necesita un rediseño.
2. Hay municipios de la provincia de Buenos Aires que son demasiado grandes y deben ser divididos.
3. Existen dos grandes realidades: el conurbano y el interior. Dentro del interior hay dos realidades asimétricas, las ciudades cabecera de sección y “los pueblos del interior”. Para ambas se aplican las mismas reglas de trámites de licitación y compras públicas o de procedimientos administrativos: Tordillo que tiene 2500 habitantes y a La Matanza que tiene cerca de 2 millones se le aplica el mismo reglamento con los mismos montos de licitación, por ejemplo.
4. No tiene ningún sentido que la provincia de Buenos Aires tenga dos cámaras: senadores y diputados.
5. La provincia de Buenos Aires está demasiado centralizada territorialmente en La Plata.
6. La provincia de Buenos Aires está dividida en secciones electorales con distintas proporciones demográficas, con una preponderancia electoral demasiado asimétrica con otros municipios que afecta una mejor representación política de ciertos intereses económicos o productivos, llamémosle “realidades diferentes”.
7. El diseño institucional de la provincia de Buenos Aires supone que hay una serie de responsabilidades eminentemente provinciales en lo legal, pero sobre las que los municipios han crecido en responsabilidad: salud, educación y seguridad.
8. La representación política se da por secciones electorales, la salud tiene regiones sanitarias y la educación tiene regiones educativas, los 3 modelos territoriales son distintos, varían y no tienen vinculación. Esto genera problemas de coordinación.
9. La provincia de Buenos Aires es una de las provincias en donde la autonomía municipal se encuentra menos desarrollada esto genera poca claridad sobre la capacidad de los municipios en cuanto a su desarrollo territorial y genera incertidumbre económica y jurídica para su desarrollo.
10. La provincia de Buenos Aires y los municipios se ocupan de los mismos temas, de manera simultánea, de manera ineficaz y cobran impuestos similares en proporción pero con prestaciones distintas sobre los mismos temas.
Les propongo pensar estas mismas cosas de una manera diferente:
1. El principio de descomposición del problema establece que un problema complejo debe ser dividido en la mayor cantidad posible de problemas simples ya que es más sencillo encontrar pequeñas soluciones que resuelven parcial y progresivamente el problema antes que verse ante el desafío de encontrar una solución compleja, que aún no ha sido hallada.
2. Hay que dividir los municipios que son demasiado grandes y que tienen demasiadas identidades dentro de su propio territorio. La última vez que se hizo algo similar con audacia fue en los 90 y en general dio buenos resultados.
3. Con un régimen de autonomía municipal más desarrollado los municipios pueden diseñar sus propios estándares administrativos, en donde la provincia de Buenos Aires puede establecer topes mínimos y máximos pero considerar la heterogeneidad demográfica que genere distintas herramientas administrativas, para que sin perder transparencia los gobiernos también puedan ser eficaces y diligentes.
4. Unificación de las cámaras de representantes provinciales, disminuir la burocracia política.
5. Solo para pensar, quizás el ministerio de turismo deba estar en Mar del Plata, el Ministerio de Industria en San Nicolás o Zárate, el de minería en Tandil u Olavarría, el de agricultura y ganadería en Rauch, Ayacucho o Trenque Lauquen. Hoy un gobernador puede tener reuniones de seguimiento a través de videollamada o bien hablar por whatsapp con sus ministros, pero a la vez moverse a las distintas regiones. También puede repensarse la idea de “Ministerios” y ser reemplazados por entes mixtos que permiten sostener ciertos criterios a través del tiempo y de los gobiernos.
6. La cámara única de representantes debe tener como identidad grupal primaria la realidad económica regional, antes que la política, que también será pero de manera secundaria: Si pertenecés a una región agropecuaria por más radical, liberal, pro o peronista que seas no podés no defender los intereses económicos de tus electores.
7. La provincia de Buenos Aires debe descentralizar la burocracia en los municipios y a la vez ser el gran cerebro que coordina los recursos escasos tales como médicos, móviles de seguridad y sus efectivos, o docentes. Esto basado en crecimiento demográfico, mediciones y evolución socioeducativa de los territorios.
8. Que la provincia de Buenos Aires esté dividida por regiones productivas. El criterio será económico, ya no político. La provincia de Buenos Aires abandonará su asociación con lo político estar diseñada institucionalmente con un sesgo vinculado a la producción y el desarrollo económico.
9. Reforma de la ley orgánica de las municipalidades que tenga como fin eliminar burocracia, regulaciones absurdas y centralizadas en La Plata. Mayor fuerza para los municipios pero con criterios de eliminación de burocracia para todos los bonaerenses que quieren invertir y crecer.
10. Resetear las obligaciones que le corresponden a la provincia y cuáles al municipio, mayor coordinación de esfuerzos. Las dos jurisdicciones no se pueden dedicar a las mismas cosas y recaudar lo mismo, esto requiere una mayor determinación legal y tributaria para ser más eficaces en la respuesta.
(*) Artículo publicado originalmente en la plataforma Medium