Viernes 22 de noviembre de 2024
22 NOV 2020 - 11:03 | Opinión
PANORAMA POLÍTICO

El ring está lleno de boxeadores y todos están cerca del KO

Panorama, por Ramón Indart. Frentes de todo tipo en el horizonte. Pronósticos económicos aún más complicados. El riesgo de una segunda ola de Covid 19. La discusión por un impuesto único al 0,02% de los argentinos más millonarios.

El Presidente habló en el G20 y aseguró: “Advertimos que el riesgo de la segunda ola también existe en Latinoamérica”.

Se abren frentes de todo tipo para el gobierno nacional. En versión post pandemia, a pesar de que seguimos contando cientos de muertos por día, Alberto Fernández recuperó la agenda. O al menos logró que la oposición discuta los temas que el Gobierno quiere. La tarea es contra pronósticos económicos que aventuran lo de siempre: meses más complicados que los que pasaron. La cifra del INDEC fue contundente. Una familia argentina necesitó 50 mil pesos por mes para no ser pobre. El Presidente habló en el G20 y aseguró: “Advertimos que el riesgo de la segunda ola también existe en Latinoamérica”. Vamos a spoilear. No es un riesgo. Es una realidad. Los especialistas consideran que será en marzo. Para ese mes la sociedad no estará en su mayoría vacunada. A esa altura, tal como se vienen dando las cosas, será un milagro que el problema lo atravesemos de manera ordenada.

El martes se debatió y aprobó en la Cámara de Diputados un impuesto extraordinario a grandes patrimonios que afectará al 0,02% de la población. Sin embargo la agenda pasó por allí. Confiscatorio. Rebelión. Impagable. A la Justicia. Se van las inversiones. Siempre apuntan al rico. Todas esas frases, cortas pero concretas, se escucharon esta semana por parte del empresariado que deberá aportar de su patrimonio para enfrentar la pandemia. La discusión de fondo es la que se da en todo el mundo, con el agravante de que la Argentina está quebrada. Esto es ¿quién pone el dinero necesario para salir de esto? Esta semana el drenaje de reservas internacionales del Banco Central no frenó, y según consignó PERFIL durante los últimos siete días se registró el nivel más bajo en casi cuatro años, desde fines de diciembre de 2016. El viernes el stock se ubicó en US$ 38.946 millones, lo que se traduce en una caída de US$ 910 millones durante noviembre, y de -atención- US$ 3.549 millones desde el endurecimiento del cepo.

Irrumpió también en la agenda porteña y bonaerense el desastre vivido en Santiago del Estero con las restricciones del COVID llevadas hasta el ridículo cuando un padre tuvo que caminar con su hija con cáncer en brazos 5 kilómetros al rayo del sol. Es llamativa la sorpresa que desplegamos cuando aparecen estos casos. La provincia, gobernada por Gerardo Zamora, está fuera del radar mediático, como tantas otras provincias en la Argentina. Pocas veces, salvo cuando el escándalo atraviesa toda frontera de amistad y negocio, los principales grupos de comunicación, tanto provinciales como nacionales, se encargan de tratar los problemas de estas zonas. Pauta mata todo.

Por otra parte, Larreta presentó el Presupuesto 2021. Si sos un habitante de la Ciudad de Buenos Aires, sabe que vienen más impuestos, vamos a pagar en casi toda la ciudad para estacionar y hasta nos van a cobrar comisiones por el uso de tarjetas de crédito. Como si fuera poco al malestar social que viven los porteños -que notaron de forma abrupta la falta de espacios verdes producto de la pandemia- la ministra de Educación, Soledad Acuña, consideró que el principal problema de la educación pública es que los docentes bajan línea, son pobres y están sobreideologizados. No dijo nada de los pésimos salarios. Y los médicos pararon 24 horas porque les ofrecieron un 15% en 3 cuotas. Un residente del Hospital Fernández recién ingresado que trabaja de 7 a 19 cobra 43 mil pesos. A todo esto, Larreta esperaba llegar a la campaña del 2023 sin hablar de aspectos estructurales, como la educación y la salud. El viernes 27 habrá una audiencia pública por la privatización de Costa Salguero en lugar de un espacio público para todos. Veremos qué pasa.