Por qué el 28 de mayo se celebra el Día de la Maestra Jardinera y de los Jardines de Infantes en Argentina
En honor a Rosario Vera Peñaloza, pionera de la educación inicial, cada 28 de mayo se reconoce la tarea de quienes acompañan a las primeras infancias. Su historia, marcada por la vocación y la innovación pedagógica, dejó una huella imborrable en el sistema educativo argentino.

Rosario Vera Peñaloza promovió la profesionalización de los jardines de infantes y se dedicó a perfeccionar a los maestros en su quehacer cotidiano.
Una fecha para homenajear a quienes enseñan con ternura
Cada 28 de mayo, Argentina celebra el Día de la Maestra Jardinera y el Día de los Jardines de Infantes, en memoria de Rosario Vera Peñaloza, una de las figuras más influyentes en la historia de la educación inicial en el país.
Quién fue Rosario Vera Peñaloza
Nacida el 25 de diciembre de 1873 en Atiles, un pequeño pueblo de La Rioja, Rosario quedó huérfana a muy corta edad. Fue su tía quien la impulsó a estudiar. Comenzó la escuela en su localidad natal y completó sus estudios primarios en San Juan.
A los 15 años, regresó a La Rioja y se graduó como Maestra Normal en una escuela dirigida por docentes norteamericanas. Más tarde viajó a Paraná, Entre Ríos, donde obtuvo el título de Profesora Normal y, en 1897, se especializó como Profesora de Kindergarten.
La pionera del nivel inicial
Con solo 27 años, en el año 1900, fundó el primer Jardín de Infantes anexo a la Escuela Normal de La Rioja. Su impulso se extendió a otras ciudades como Córdoba, Buenos Aires y Paraná, donde elaboró programas y planes de enseñanza preescolar que marcaron época.
Además de ser docente, Vera Peñaloza fue Inspectora Nacional de Enseñanza Secundaria, Normal y Especial, y fundó el primer Museo Argentino para la Escuela Primaria, que hoy funciona como el Complejo Museológico del Instituto Félix Bernasconi.
“La Maestra de la Patria”
Murió el 28 de mayo de 1950, a los 77 años, en Chamical, provincia de La Rioja, adonde había viajado para brindar un curso a los docentes. Su legado fue tan trascendente que fue reconocida como “La Maestra de la Patria”, símbolo del compromiso con la educación pública y con el amor por las infancias.