Ella, dolorense, él, francés: cómo vivirán la final del Mundial este domingo
El fervor argentino frente a la calma francesa: la familia y los amigos se dividen en pronósticos y entusiasmos, pero coinciden en la admiración por Messi.
Rosario Elías y Sylvain Paigner viven en Grenoble. Tienen dos hijos: uno nació en Argentina y otro en Francia. En 2018 vivían en Dolores y los padres de él llegaron justo para ver la final que ganó el equipo de su país. Este año, los padres de ella acaban de llegar de visita y ya tienen identificado el bar argentino, donde se reunirán a mirar los partidos de la selección albiceleste. Cruzando los dedos y sosteniendo cábalas.
En diálogo con ENTRELINEAS.info ambos coinciden en que la reacción de los hinchas franceses es totalmente diferente de la de los argentinos. Mientras que en Argentina siempre es una locura total, en Francia se vive siempre mucho más tranquilo, pero más aún este año, en el que por los cuestionamientos que ha generado Qatar y su política de Derechos Humanos, no hay pantallas gigantes para ver los partidos en los espacios públicos.
“Otra cosa que me llama la atención es que, aunque los dos países están lejos de Qatar, Francia nunca superó los cuatro mil espectadores y los argentinos van a ser, ponele, 35 mil para el domingo”, explica Sylvain en el perfecto castellano argento que aprendió en los diez años que vivió en nuestro país. “Argentina junta muchos hinchas de otros países porque es tierra de fútbol. Francia tiene dos o tres estrellas, pero no lo es. La gente lo mira, le gusta pero no tiene esa necesidad que se siente en Argentina”.
“Nada que ver el fervor que tenemos los argentinos: en cada etapa que iba pasando veía todo a la distancia y realmente me dan ganas de estar allá en esos momentos”, explica Rosario. “Acá les da lo mismo el fútbol que el rugby: una cultura diferente a la nuestra en ese sentido”, dice. Pese a que es amante del fútbol, Sylvain tiene claro que “ella lo sufre más que yo”.
“A los chicos yo les hago hinchar por Argentina, pero el padre también le enseña cantitos en francés: ayer lo escuché a Valentín cantar ‘allez les bleus’ y me quise morir”, relata la argentina aunque está de acuerdo en que “lo bueno es que para ellos alguno de sus dos equipos ya ganó”.
Otro punto en el que están de acuerdo es en marcar la importancia de la figura de Messi y la expectativa de que el mejor jugador pueda tener una copa mundial en su haber. Todos en Francia, quizá porque juega en el PSG, sienten simpatía y admiración por el 10 de la Selección de nuestro país.
Sobre la forma en que se perfila el encuentro del domingo, Sylvain evalúa que “llegar a la final para mí es inesperado. Francia antes del Mundial iba con ocho lesionados. El fútbol moderno se juega en el mediocampo y justo se cambió todo ahí: ni Pogba ni Kanté pudieron viajar y la defensa llegó muy tocada”.
Y mientras anticipa un 3 a 1 para Francia, Rosario tiene otra visión: “va a ser divertido, pero por el bien de Sylvain, sólo espero que ganemos”, dice riendo.