Se necesitan más de 27 mil pesos para no caer en la pobreza
Los datos son para una familia tipo. La canasta básica aumentó el 57% en un año.
Según los datos del INDEC, una familia tipo (matrimonio y dos hijos menores) necesitó en febrero 27.570,43 pesos para no caer en la pobreza. Son 1.127,51 pesos más que en enero y 2.077,43 pesos más que en diciembre.
Así, en los dos primeros meses de 2019 aumentó el 8,1% y con relación a un año antes, la canasta familiar de pobreza se encareció en más de 10 mil pesos, un golpe durísimo para la economía de las familias, lo que representó el 57% de aumento con respecto a 2018.
En lo que respecta a la indigencia ese mismo tipo de familia necesitó en febrero último 11.117,11 pesos para no ser indigente, 539,95 pesos más que en enero y 919,58 más que en diciembre de 2018, lo que representó un incremento del 9% en los dos primeros meses de 2019. Esto es a nivel nacional ya que por ejemplo, en Mendoza, la canasta de indigencia y pobreza aumentaron en febrero el 6,6%% y ya superan el 60% en la medición interanual.
Los productos que más se disparararon, según el INDEC, con relación a febrero de 2017, fueron el pan francés, que aumentó el 80,5%, la harina de trigo (168,7%), arroz blanco simple (74,8%), fideos secos (100,4%), aceite de girasol (74,9%), carne picada común (67,2%), pollo entero (59,1%), leche fresca entera sachet (57,06%) y huevos de gallina (75,5%).
Estos alimentos integran un parte importante de la canasta básica de indigencia. En base a estos números, se descuenta que volvió a subir el número de indigentes y de pobres en el país, cifras que el INDEC daba a conocer este jueves en la medición del segundo semestre de 2018.
Según estos aumentos desmedidos, los analistas calculan que la pobreza por ingresos, esto es si las personas o familias superan o no la línea de la pobreza podría ser mayor al 30%. Esto se debe a que tanto los salarios como las jubilaciones e ingresos de los que trabajan por cuenta propia aumentaron por debajo de la inflación, hubo pérdida de empleos y aumento de la desocupación y muchos empleados y trabajadores, incluso los que se desempeñan en blanco, pasaron a tener ingresos inferiores al valor de la canasta de pobreza.
Además, aumentó la informalidad laboral, asalariados sin descuento jubilatorio, de acuerdo a los últimos informes del INDEC. Se produjo un incremento del número de pobres incluso entre los trabajadores que tienen trabajo formal o registrado.
En tanto, los que se desempeñan en la informalidad o en negro enfrentan una situación más difícil porque recibieron aumentos más bajos y para la mayoría sus ingresos bordean o están por debajo de la línea de indigencia familiar.
La definición del INDEC precisa que la canasta básica alimentaria se determina "tomando en cuenta los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos prescindibles para que un varón adulto, de entre 30 y 60 años, de actividad moderada, cubra durante un mes esas necesidades". Para determinar la canasta básica total (CBT) se consideran, además, los bienes y servicios no alimentarios.