¿Alguien del Gobierno se siente gobierno?
Por Ramón Indart. La alianza del Frente de Todos fue exitosa para ganar una elección, pero por ahora fracasa con la gestión. La crisis económica es, a esta altura, una crisis política.
La alianza del Frente de Todos fue exitosa para ganar una elección. Por ahora fracasa con la gestión, aunque siempre remarquemos que estamos en una pandemia. ¿Sergio Massa siente que está gobernando? ¿O se considera una parte importante de la coalicion pero lejos del Poder Ejecutivo? ¿El kirchnerismo? ¿Siente que gobierna o está pensando en 2023 cuando pueda presentar un candidato propio, llámese Máximo Kirchner? ¿Las organizaciones sociales como el Evita, Barrios de Pie, que ahora tienen poder dentro del ministerio de Desarrollo Social, se sienten gobierno? ¿Y los gobernadores del Partido Justicialista? Este es uno de los principales problemas que tiene hoy el presidente Alberto Fernández. La crisis económica es, a esta altura, una crisis política. Y dentro del Frente de Todos, pocos se sienten gobierno en el día a día.
"Acá el poder de fuego es que ciertamente todos son necesarios, y como todos se saben necesarios tiran de la soga". La frase se la dijo el viernes a este cronista un asesor del Presidente con despacho en Casa Rosada. Aclaró este dirigente que Fernández no creía eso, que era un análisis estrictamente personal. La definición es acertada. Las organizaciones, las cooperativas, la CTEP, Massa, ni que hablar del kirchnerismo. Son todas piezas del oficialismo que buscan llevar agua para su molino. El problema es que esta disputa se da en medio de una pandemia que promete dejar tierra arrasada en la Argentina. Mucho más que en otros países de la región.
La gestión de Mauricio Macri tuvo cientos de inconvenientes. Pero el poder no se discutía. La Unión Cívica Radical sabía que no gobernaba. En off the record entendían que lo hacía el PRO. Ellos apuntaban a reconstruir el partido para luego disputar el liderazgo. La pésima gestión del 2015-2019 fue exclusiva del PRO. Eso no quita responsabilidad a sus aliados. Simplemente así sucedió. La Coalición Cívica le sirvió a Macri para tranquilizar a un votante preocupado por la corrupción de su apellido. Elisa Carrió puso su mirada sobre Franco y perdonó a su hijo. Lilita nunca tuvo un centímetro de gestión a su cargo. Y dentro del PRO el liderazgo de Macri nunca estuvo en duda. A tal punto que hoy sigue marcando la línea de la discusión hasta tanto Horacio Rodríguez Larreta tome definitivamente el mando.
Otra diferencia sustancial es que en JXC hubo una interna. Macri, Carrió y Ernesto Sanz. En el Frente de Todos, Alberto llegó por Cristina Kirchner. Hoy son pocas las personas dentro del gobierno que tienen al Presidente como jefe político. Eso trae aparejados innumerables problemas que se suman a los heredados por la crisis económica que dejó Macri. En primer lugar que cualquiera se enfrenta a la figura de Alberto. El mejor ejemplo es el de Alicia Castro, quien renunció a un cargo que aún no había asumido por discrepancias en la posición de Cancillería respecto de Venezuela. En segundo lugar que la comunicación queda en manos de todos. Es decir de nadie. Así, la "voz oficial" puede ser la de Alicia Castro. Otro día la de Sabina Frederic, luego la de Hugo Moyano y por último de Juan Grabois, un dirigente cada vez más tóxico para la estrategia gubernamental.
Así, un conflicto entre los hermanos Etchevehere termina siendo agenda nacional y el debate se vuelca sobre la propiedad privada. Y la única voz que se escucha es la del amigo del Papa, llevando al extremo conflictos por cuestiones simbólicas que nada tienen que ver con la preocupación de la sociedad. La otra que apareció fue Victoria Donda. La titular del INADI se metió de lleno en la disputa familiar. ¿Para qué? ¿Puede tener objetividad? Donda es parte de Libres del Sur junto a un sector de Barrios de Pie que forma parte de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP). Dentro de la UTEP está el movimiento de Grabois. Más allá de los argumentos de los hermanos Etchevehere sobre quien tiene o no razón, un grandísimo favor le hacen las organizaciones al Presidente. Entonces, volvemos al punto de partida. ¿Quién dentro del Gobierno se siente gobierno? Hoy, muy pocos. Y mientras adentro todo es tensión, la oposición afila los dientes y tensiona. Y los empresarios tensionan. Y la economía sigue en caída libre. Y la crisis se agrava. Estamos ante el ya recordado meme del perro diciendo “esto está muy bien” en una habitación en llamas.