Horacio y la estética de los motochorros, la nueva columna de Jorge Asís
En su columna semanal, Jorge Asís analiza la actualidad nacional: por qué lo imagina a Horacio Rodríguez Larreta candidato en 2023 y a María Eugenia Vidal, en la Provincia en 2021.
Horacio, Geniol, presidente. Diego, El Bermellón, gobernador. María Eugenia, La Chica de Flores, jefa de Gobierno. César Vallejo, el gran poeta peruano, escribió, en “Los heraldos negros”, “Son pocos, pero son”.
Vallejo no aludía a los polifuncionales «heraldos negros» de PRO, La Mutual. Candidatos reversibles para ser utilizados en el Maxikiosco de la Capital. O en La Provincia Inviable, Buenos Aires. Vidal, La Chica de Flores de Girondo, mantiene más sitiales para elegir. En 2021, puede encabezar la lista de diputados por Buenos Aires.
Si se impone en La Inviable, la placidez del ticket peligra. Es candidata natural para la presidencia en 2023. Aunque Horacio Rodríguez Larreta, Geniol, tenga la postulación escriturada. Después que el albertismo doctorista lo consagrara con la estética del motochorro.
EL HAMBRE DEL ANGEL
En la carrera de obstáculos Geniol debe superar a Mauricio Macri, El Ángel Exterminador, quien aspira a repetir el plato. El Ángel se quedó con hambre de poder. Calentito, quiere más.
Desde que lo desalojó Alberto Fernández, El Poeta Impopular. Maniobrado por la artesanía de la adversaria recíprocamente ideal. La Doctora. Pero ocurre que Vidal también se quedó con las ganas de ser presidenciable. Desde que se diluyó el Plan V. Ciertos mutualistas preferían en 2019 que fuera ella. Y no el Ángel.
Consta que La Chica de Flores tiene, en política, dos padres. Horacio y Mauricio. Pero contiene suficiente terapia encima como para resolver la cuestión del Edipo y superar, de frente, a ambos.
La polifuncional también podría acompañar como vice a cualquiera de los dos padrecitos que la contemplan con admiración y afecto. Pero conscientes, ambos, del riesgo de quedarse afuera.
PERONISMO ORIGINARIO
Diego Santilli, El Bermellón, comparte la polifuncionalidad con el socio histórico del Peronismo Originario. Cristian Ritondo, El Potro. Como Horacio, El Bermellón no tiene reelección en el Maxikiosco.
Pero los dos -Geniol y Bermellón- no se conforman con saborear el caramelo de madera de la diputación. Van por más. Por el ticket con que se inicia la crónica. El Potro Ritondo, hoy diputado, por la formación peronista sobrevivió al Ministerio de Seguridad de La Inviable.
En acuerdo con La Chica de Flores, Ritondo se entrena para ser el próximo gobernador. Y competir con El Bermellón, compinche del “Peronismo originario”. Pero Ritondo contiene otra apetencia que complejiza el poema de Vallejo. Es oriundo de Mataderos. Atiende el deseo de heredar el Maxikiosco.
Para administrar el presupuesto de chocolatines que manejó Horacio durante 16 años. 8 como jefe y otros 8 como encargado del Ángel. Horario y la estética de los motochorrosPero Horacio, el otro Peronista Originario, prefiere, según Gargantas, como sucesora a María Eugenia.
Aunque La Chica de Flores se encuentre lícitamente capacitada para soplarle la ambición. Significa que Horacio, pese a la estética motochorra del albertismo doctorista, no tiene pavimentado el acceso al edificio rosado de Balcarce.
Sin contar el hambre, la calentura contenida de Mauricio, que se atribuye la propiedad del 41% de los votos. Téngase en cuenta el epílogo del Ángel que se golpeaba el corazón mientras emocionaba a la sociedad blanca con aquel “Se Puede, Se Puede”.
Al lado de Miguel Pichetto, El Lepenito, otro Peronista Cultural y Originario que no se conforma con la gorra del auditor. Es Pichetto el cartonero de la historia que recolecta a peronistas descartables que La Doctora no usa. Y que, tal vez por la misma razón, la detestan.
CONTINUIDAD ESPIRITUAL
El exceso de Geniol consiste en pretender la presidencia y escoger al sucesor que garantice la continuidad espiritual del Maxikiosco. Además tiene que reservarle algo relevante a la señora Patricia Bullrich.
La Rambita milita desde el moisés y es disruptiva desde el montonerismo de derecha. Cuestiona, con portación de presencia, a Horacio. Reprocha la prudencia y la pasión por el equilibrio. La sangre fría de la moderación. La tendencia permanente al diálogo con el opositor, aunque le arrebaten, como motochorros, el bolso.
Patricia es “la pasional” del tango en la versión de Rubén Juárez. No es incondicional de nadie y tampoco se conforma con el caramelo de madera que tranquiliza diputados. La Rambita Bullrich hoy preside la Mutual. Si aspira a sucederlo en el Maxikiosco, Horacio planifica plantarle una interna. “La va a correr con el doctor Quirós”, confirma otra Garganta.
Fernán Quirós, El Doc, supo destacarse entre los innumerables podólogos durante el esplendor de la peste. La eternidad de la cuarentena le sirvió al Doc para exhibir los únicos recursos que importan. Astucia en la comunicación. Aunque Horacio conserve, como elemento de reserva, a Felipe Miguel, El Premier, con el atributo de no ser un politiquero profesional.
LOS CENTENARIOS Y LA ONG
Los Heraldos Negros de La Mutual PRO no deben ningunear a Los Centenarios en decadencia de la Unión Cívica Radical. Insisten con Martín Lousteau, El Personaje de Wilde. Pero quien insiste más es el propio Lousteau. Estado ansioso de presión permanente. Quiere que Horacio levante su brazo. Como el heredero en el Maxikiosco. Con el apriete moral de convertirse en competidor también por la presidencia.
Aparte, Horacio lidia con la superioridad científica de Facundo Manes, Cisura de Rolando. Prefiere tenerlo cerca, para controlarlo. Desde el cerebro, Facundo se resignifica como la referencia pensante de Los Centenarios.
La dureza categórica de Patricia enaltece a los “barra brava” de la Mutual. Enarbolan la máscara de Macri y neutralizan la frontalidad de la Coalición Cívica, la ONG. Es el Organismo no Gubernamental que, con fondos de La Mutual, financia a la señora Elisa Carrió, La Derrotada Exitosa.
Carrió se despide siempre de la política. Pero vuelve por la misión santa de salvar a la República. Por Chaco, el Maxikiosco o por La Inviable. Para rescatar a la democracia republicana de las garras vulgares del populismo.
Al cierre del despacho, Horacio disfruta de la centralidad por ser víctima de la estética del motochorro. Lo sorprendieron en Parque de los Patricios y le manotearon el bolso de la “copa”. Dos camaradas, Axel y Alberto. Con los que conformaba el Trío de Tenores que solían brindar, cada quince días, aquel recital que amenizaba el perpetuo encierro compulsivo.