Bolsonaro desafía al Covid-19 y confirmó que la Copa América finalmente se jugará en Brasil
Brasil le dará espacio a una competencia plagada de polémicas que tuvo la negativa de Alberto Fernández por Argentina y con Colombia, quien desistió de organizar el campeonato sudamericano.
Ante la sorpresa de todos, la Copa América finalmente se jugará en Brasil, en la misma sede que la acunó en su última edición de 2019. La decisión de Conmebol generó sorpresa en la región que ya había visto caer las sedes de Colombia primero y Argentina después.
El Consejo de Conmebol se reunió esta mañana y determinó que la Copa América debía jugarse sí o sí en el continente (se había especulado con llevarla a Qatar). La posibilidad de buscar un país que colabore con Chile para recibir los partidos quedó en la nada, mientras que también se echó por tierra la posibilidad de realizarla en Uruguay, un país clave en la negociación con la empresa china Sinovac que otorgó las 50 mil vacunas para los futbolistas sudamericanos.
La particular situación que había dejado huérfana a la competencia tiene que ver con la decisión política del gobierno de Jair Bolsonaro de asumir la responsabilidad de acobijar la Copa América pese a la delicada situación sanitaria. Brasil tomó las riendas de la reunión y desde el primer momento se mostró abierta a recibir a la más antigua competencia de sudamerica.
¡La CONMEBOL @CopaAmerica 2021 se jugará en Brasil! Las fechas de inicio y finalización del torneo están confirmadas. Las sedes y el fixture serán informados por la CONMEBOL en las próximas horas. ¡El torneo de selecciones más antiguo del mundo hará vibrar a todo el continente!
— CONMEBOL.com (@CONMEBOL) May 31, 2021
Del polémico "no hay que ser maricas" a organizar la Copa América
"¿Tienen miedo de qué? ¡Enfréntenlo!" dijo Jair Bolsonaro en noviembre de 2020 en una suerte de reto a los brasileños temerosos de contagiarse el covid-19 que en aquel día había terminado con la vida de 1.191 personas. A pesar de los 92.568 decesos computados desde marzo y las 2.666.298 infecciones, cifras solo eran superadas por Estados Unidos en aquellos días, el presidente de Brasil llamó a aceptar con cierta resignación los efectos de la pandamia. El capitán retirado dijo "lamentar" las muertes pero recordó que "la gente muere todos los días" y "así es la vida".
"No podemos escapar de la realidad. Tenemos que dejar de ser un país de maricas", dijo por entonces un exacerbado Bolsonaro que había sido apuntado como factor clave en la obtención del título de su país en la edición 2019. Vale recordar que en la previa de la semifinal entre su país y Argentina, cientos de manifestantes se había presentado alrededor del estadio y el presidente decidió ingresar al estadio flameando una camiseta en modo desafiante y luego el partido, plagado de polémicas y de fallos localistas, terminó en manos de un Brasil que a la larga se quedaría con la Copa. Ese día Messi declaró "no querer ser parte de la corrupción de Conmebol".