Martes 08 de julio de 2025
08 JUL 2025 - 13:39 | Sociedad
Derechos Humanos

El nieto 140 encontrado por Abuelas de Plaza de Mayo es hermano de una militante de Mar del Plata

Se trata del hermano de Adriana Metz Romero, quien integra la filial local de Abuelas de Plaza de Mayo y viajó de urgencia a Buenos Aires para el reencuentro. El hombre tiene ahora 48 años. "Hoy se abrazan en ese encuentro tan esperado", dijo Estela de Carlotto en una conferencia.

La madre del nieto 140, Graciela, tenía 24 años cuando dio a luz en abril de 1977, mientras estaba en cautiverio. Ella sigue desaparecida.

Las Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron este lunes la restitución del nieto 140, un hombre de 48 años que es hermano de una integrante de la Comisión Directiva del organismo en Mar del Plata. Antes del mediodía, desde Abuelas se dio a conocer la noticia a través de un breve comunicado y, después del mediodía, se llevó a cabo una conferencia de prensa en el auditorio de la Casa por la Identidad del Espacio Memoria, donde se amplió la información.

La presidenta de Abuelas, Estela de Carlotto, confirmó la restitución del nieto 140 apropiado durante la última dictadura cívico militar y cuyos padres permanecen desaparecidos tras haber sido secuestrados en 1976. “Le damos la bienvenida al hijo de Graciela Alicia Romero y Raúl Eugenio Metz”, dijo entre aplausos de los presentes. 

La titular del organismo detalló que su nacimiento se produjo “el 17 de abril de 1977” en un centro clandestino de la ciudad de Bahía Blanca conocido como “la Escuelita”, y confirmó que su hermana es Adriana Metz Romero, nacida en Bahía Blanca e integrante de la Comisión Directiva de Abuelas en Mar del Plata, quien viajó hacia Buenos Aires de urgencia para ser parte del anuncio, según informó La Capital.

Adriana, siempre sensible, inquieta y risueña, hoy abraza a su hermano en este encuentro tan esperado”, señaló Estela de Carlotto durante la conferencia de prensa y agregó: “Confirmamos que nuestros nietos y nietas están entre nosotros, y que gracias a la perseverancia y el trabajo constante de estos 47 años de lucha, seguirán apareciendo”.

La historia familiar del nieto 140
La mamá del nieto 140, Graciela Romero, nació el 21 de agosto de 1952 en Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires. Su familia la llamaba "Peti" y tenía tres hermanos. Su hermana menor, María Elena, también fue asesinada por la dictadura en 1977. Graciela era estudiosa, emprendedora y aguerrida. Tenía buen humor, cocinaba bien y también cosía. Estudió economía, hasta que se casó y se abocó a la militancia.

 El papá, Raúl Metz, nació en Bahía Blanca el 24 de agosto de 1953. Sus amigos lo apodaban "El Melli", porque tenía un hermano gemelo. Los Metz eran diez hermanos. Se criaron en un hogar politizado, ya que el abuelo Metz era militante del Partido Comunista y trabajador ferroviario. Raúl tenía sentido del humor, aunque era un poco calentón. Comenzó su militancia en la Federación Juvenil Comunista, junto a su gemelo Néstor. Eran compinches, militaban, iban juntos al colegio, compartían salidas y amigos. Desde los 13 años trabajaban como cadetes en una tintorería. Luego ingresaron al Ferrocarril, como su padre. 

“Los Mellis”, como los conocía todo el barrio, sufrieron su primera detención bajo la dictadura de Onganía. Con 19 años, fueron llevados a la cárcel de Bahía Blanca y luego como “presos de máxima seguridad” a Devoto. Mientras estaban detenidos en Bahía se realizó una campaña pidiendo su liberación. Entre las organizadoras estaba Graciela. Cuando Raúl y Néstor salieron de la cárcel se alejaron del PC, pero siguieron militando en comedores barriales. Allí Raúl conoció a Graciela y se enamoró. Juntos ingresaron al PRT-ERP. Al tiempo se casaron y llegó Adriana, su primera hija. Vivieron en Bahía Blanca, hasta que la persecución los acorraló y decidieron mudarse a Cutral-Có, provincia de Neuquén. 

Graciela y Raúl fueron secuestrados el 16 de diciembre de 1976 en Cutral-Có, ella embarazada de cinco meses. Por testimonios de sobrevivientes pudo saberse que permanecieron detenidos en el centro clandestino "La Escuelita" de Neuquén, donde fueron torturados física y psicológicamente. Luego fueron llevados al centro clandestino “La Escuelita” de Bahía Blanca, donde también sufrieron brutales tormentos.

Raúl Metz fue sacado de ese centro clandestino a fines de enero y desde entonces se encuentra desaparecido. Graciela, con 24 años, durante su cautiverio dio a luz un varón en abril de 1977. Ese bebé, hoy adulto, hasta el viernes último desconocía su verdadera identidad y que una familia entera lo estaba buscando. Graciela continúa desaparecida.

Adriana tenía un año cuando las fuerzas represivas se llevaron a sus padres, unos vecinos -Edelvina Guiñez y Miguel Panijan- la cuidaron hasta que sus abuelos paternos Oscar y Elisa fueron a su encuentro. 

Las búsquedas
Las familias Metz Romero buscaron a Graciela, Raúl y el bebé que estaba en camino desde el instante que supieron de su secuestro. Oscar y Elisa llevaron la iniciativa de esta búsqueda: hábeas corpus, denuncias internacionales, presentaciones, hasta el final de sus días. Con la mayoría de edad, Adriana hizo suya la búsqueda, siempre cercana a la institución, a donde acompañaba a su Abuela Elisa desde pequeña. Su tía, Elisa Metz, muchas veces visitaba a la filial de Abuelas La Plata buscando alguna novedad sobre su sobrino. 

En 2009, como una botella tirada al mar, Adriana abrió un blog, “Poncho de Lana”, en el que le contaba a su hermano quién era, cómo lo buscaba y lo esperaba. Allí le escribió una carta para su cumpleaños. Desde entonces cada 17 de abril lo saludaba, con la ilusión de ser leída. Adriana participó de cada producción y actividad institucional, con la certeza de que sólo encontraría a su hermano buscando a todos. Y al final, hay recompensa. 

A partir de información que Abuelas recibió de manera anónima, se inició una investigación que luego se trabajó de manera conjunta con la CoNaDI y la Unidad Especializada para Casos de Apropiación de Niños durante el Terrorismo de Estado (UFICANTE). Este trabajo conjunto permitió reforzar la hipótesis de una posible apropiación, reunir la documentación necesaria y profundizar en el caso. En este marco, y una vez finalizada esta etapa, en abril de este año, la CoNaDI tomó contacto con el posible nieto para brindarle toda la información recabada. Así, él accedió a concurrir al Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) y dejar su muestra de ADN, para ser cotejada con las familias que buscan.

Finalmente, el viernes último el BNDG comunicó a la CoNaDI el resultado de ADN y la Comisión le informó al hombre que efectivamente se trataba de un caso de apropiación y que su perfil coincidía con el de la familia Metz Romero. Durante el fin de semana pasada ambas familias fueron notificadas.