Miramar: por qué se demora la definición del pedido de libertad condicional para dos de los policías asesinos de Natalia Melmann
La Justicia deberá determinar si accede a la solicitud de la defensa de los acusados.
La Cámara de Apelaciones y Garantías de la ciudad de Mar del Plata postergó para los próximos días la definición del pedido de libertad condicional de dos de los cuatros policías condenados por el crimen de la adolescente Natalia Melmann, ocurrido en Miramar en el verano de 2001.
La decisión fue demorada luego de que surgieran disidencias entre los dos miembros de la Sala 1, en una audiencia realizada el martes para tratar un recurso de la defensa.
Los jueces Esteban Viñas y Pablo Poggeto informaron en la audiencia realizada de manera remota que convocarán a un tercer magistrado, Andrés Angulo, para alcanzar una resolución y definir si Ricardo Anselmini (56) y Oscar Echenique (64), sentenciados a prisión perpetua, recuperan o no la libertad.
Los camaristas comunicaron que la definición será notificada a cada una de las partes de manera escrita antes del inicio de la feria judicial a fin de año, es decir que cuentan con poco más de 48 horas para dar a conocer su decisión.
EL ÚLTIMO FALLO
El Tribunal debe resolver un recurso de apelación presentado por la defensa de los condenados, luego de que el titular del Juzgado de Ejecución Penal 1 de Mar del Plata, Ricardo Perdichizzi, rechazara el último 6 de diciembre un planteo para lograr la libertad.
Perdichizzi consideró entonces que en ninguno de los dos casos hubo avances en cuanto a un tratamiento psicoterapéutico que la propia Cámara de Apelaciones les había exigido en 2022, al rechazar otro pedido anterior en el mismo sentido.
La resolución del magistrado fue en línea con el planteo de los abogados Federico Paruolo y Yamil Castro Bianchi, representantes de los padres de Natalia (15), Gustavo Melmann y Laura Calampuca.
Al igual que en aquella instancia, en la audiencia de ayer los abogados y el fiscal Daniel Vicente subrayaron la falta de avances en materia terapéutica de los expolicías, que cumplen condena en la Unidad Penal 44 de Batán.
Los padres de la menor asesinada advirtieron nuevamente sobre “los riesgos” de que vuelvan a la calle y pidieron que “no los liberen”.
LAS CONDENAS
Ambos fueron sentenciados en septiembre de 2002, como coautores de los delitos de “rapto, abuso sexual con acceso carnal agravado por la pluralidad de personas y homicidio criminis causa” en perjuicio de Natalia, cometidos el 4 de febrero de 2001.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Mar del Plata los sentencio junto a otro policía, Ricardo Suárez (61), quien según fuentes judiciales no presentó ningún pedido para gozar de libertad condicional.
Por el hecho también fue condenado en esa instancia, pero a 25 años de cárcel, Gustavo "Gallo" Fernández, por su participación en el secuestro, aunque la pena fue reducida luego a 10 años de prisión.
El último 17 de mayo, más de 22 años después del crimen, fue sentenciado a perpetua un cuarto policía, el exsargento Ricardo Panadero.
El TOC 4 marplatense lo halló culpable de “privación ilegítima con empleo de violencia, abuso sexual calificado por la intervención de dos o más personas y homicidio doblemente agravado por el concurso de dos o más personas y por haberse consumado para lograr la impunidad”.
La condena del cuarto policía se dio en el marco del segundo juicio que debió enfrentar, ya que había sido absuelto en un primer proceso en 2018 pero ese fallo fue apelado y el 13 de noviembre de 2019 la Sala III del Tribunal de Casación bonaerense anuló esa absolución y ordenó la realización de un nuevo juicio.
EL CRIMEN
Según se estableció en los juicios a los acusados, Natalia fue obligada a subir a una camioneta de la Policía bonaerense y llevada a una casa ubicada en el extremo sur de Miramar, donde “fue accedida carnalmente”, y luego, “con el inequívoco propósito de procurar la impunidad de la agresión sexual, la víctima fue muerta por asfixia, estrangulada con un lazo confeccionado con el cordón de una de sus zapatillas”.
Los policías trasladaron luego el cuerpo al vivero Florentino Ameghino, donde fue hallado cuatro días más tarde, debajo de una pila de hojas.
El crimen provocó la reacción de la comunidad local y regional, que encabezó junto a los familiares y allegados de la adolescente múltiples marchas para pedir Justicia.