Lunes 25 de noviembre de 2024
07 AUG 2022 - 10:37 | Sociedad

Por qué el 7 de agosto se venera a San Cayetano

El Santo italiano hijo de nobles que dio origen a las masivas peregrinaciones en Argentina en busca de paz, pan y trabajo.

Cayetano de Thiene nació en Vicenza (Italia) y vivió hasta los 67 años.

Cayetano de Thiene nació en Vicenza, por entonces República de Venecia, en el año 1480. El menor de los tres hijos varones de los condes de Thiene, Gaspar y María Porto, recibió su nombre en honor a un tío que había muerto recientemente, un canónigo docente de Derecho en la Universidad de Padua.

Cayetano, que tenía 12 años cuando perdió a su padre, estudió en la misma casa de estudios en la que su tío daba clases. Allí obtuvo dos doctorados en derecho Civil y Canónico. Luego se mudó a Roma, donde llegó a ser secretario privado del papa Julio II, y colaboró con la reconciliación de la Santa Sede con la República de Venecia.

A los 33 años fue ordenado sacerdote y se inscribió en una asociación Del Amor Divino, cuyos socios se dedicaban a ayudar a los pobres y a los enfermos. Durante esa etapa se despojó de todos los beneficios económicos con los que contaba por venir de una familia adinerada.

En 1522, fundó el Ospedale degli Incurabili junto con San Jerónimo Emiliani, un hospital para enfermos incurables. Se atrevió a desafiar el status quo de su época creando -junto con el obispo Juan Pedro Caraffa- la Orden de Clérigos Regulares Teatinos, con la que buscó renovar el espíritu y la labor misionera de los sacerdotes.

Entre los milagros que Cayetano logró en vida suele evocarse aquel que tuvo lugar en un hospital que visitó en Venecia. En el centro de salud había internada una joven a la que le estaban por amputar una pierna gangrenada. Cayetano se acercó a su cama, le besó la pierna e hizo la señal de la cruz; al día siguiente, la mujer estaba curada.

En cuanto a los milagros que se le atribuyen después de su muerte, cuenta la historia que en plena crisis económica de 1930, un sacerdote llamó a algunos fieles para aconsejarles que rezaran al santo del pan y el trabajo; gracias a que le hicieron caso muchos mejoraron la situación en la que vivían.

Fue beatificado en 1629 por el Papa Urbano VIII y canonizado el 12 de abril de 1671por el papa Clemente X, llegando a ser conocido como el Santo de la Providencia, patrono del pan y del trabajo.

Patrono del pan y del trabajo, el sacerdote profesó la austeridad y dedicó su vida a las personas enfermas y vulnerables, fundó hospitales y hogares de ancianos. Murió a los 67 años, el 7 de agosto de 1547, fecha que originó las celebraciones en su honor.

En Argentina miles de peregrinos acuden ese día al templo ubicado en el barrio porteño de Liniers con ofrendas y estampas, un pedido que se replica en varias localidades de la región, como Dolores, Las Toninas y Mar del Plata, y de todo el país.