La Aduana desactivó un intento de importar “basura tecnológica” y recuperó 1,5 millones de dólares
La maniobra consistía en simular la importación de productos tecnológicos para ingresar al área de Tierra del Fuego pero en realidad eran materiales de escaso valor
La Aduana detectó una operación de sobrefacturación de “basura tecnológica”, en la cual se intentó simular la importación de productos tecnológicos cuando en realidad se trataba de materiales de escaso valor. Mediante un operativo, el organismo consiguió recuperar USD 1,5 millón.
La maniobra ilícita fue denunciada por la Aduana ante la justicia el pasado 21 de julio, consistía en importar supuesto material tecnológico al Área Aduanera Especial de Tierra del Fuego, pero que en realidad se trataba de simples cajas vacías o “basura tecnológica”, carcasas y algunos elementos como coolers, para simular que se estaba enviando un verdadero producto. Según trascendió, la empresa importadora era KMC Fueguina S.A.
La mercadería tenía como origen China, pero estaba facturada por una empresa extranjera con sede en los Estados Unidos, concretamente en el Estado de Delaware, y habría sido constituida el 15 de mayo de 2020.
Lo que llamó la atención de la Aduana fue que las facturas que amparaban las destinaciones tenían como fecha de emisión marzo de 2020. Es decir, más de dos años antes de las “supuestas importaciones” e incluso dos meses antes de la creación de la propia empresa trader en Estados Unidos. Por tal motivo, estos paquetes entraron al “canal rojo” y fueron exhaustivamente examinados.
La “basura tecnológica” se pretendía importar a USD 1,5 millones, cuando en realidad el valor de la “mercadería” no superaba los USD 30 mil (el valor residual del plástico y el aluminio de los equipos simulados).
“Si se considera la brecha entre el dólar oficial y el dólar contado con liquidación, haberle permitido girar a la empresa importadora los USD 1,5 millones le hubiera implicado una ganancia ilícita de 300 millones de pesos”, se detalló en un comunicado de la Aduana.
“Las reservas las debemos cuidar para la producción y la generación de empleo, y evitar que se destinen a maniobras irregulares con el simple objetivo de sacarle dólares al valor oficial al Estado”, dijo el Director General de Aduanas, Guillermo Michel.
¿Qué es la “basura tecnológica”?
El supuesto material tecnológico que fue encontrado carecía de circuitos integrados, microprocesadores, memorias y drivers. En definitiva, no tenía funcionalidad eléctrica ni electrónica alguna; eran simples simulaciones de tecnología, una especie de cajas vacías cuyo valor por unidad no superaba los USD 40 (equivalente al valor de los plásticos y el aluminio) pero los “importadores” pretendieron engañar los controles aduaneros declarando ese valor unitario por USD 1.780.
Los “equipos simulados” carecían de conectores, lo que impidió en principio su puesta en marcha, habida cuenta que en el mercado nacional no pudo obtenerse esos conectores, ya que es tecnología que proviene indefectiblemente de importaciones, explicaron en la Aduana.
Ante esta situación, se realizó un pedido de informe por parte de la Aduana a la Asociación Civil Centro de Desarrollo Tecnológico de Tierra del Fuego (CEN-TEC Río Grande) en relación a la calidad, especie y demás características técnicas de las placas de video en cuestión, donde se logró detectar que “la mercadería correspondía a simulaciones de placas de video vacías, carentes de cualquier tipo de valor y/o utilidad residual, más que el peso de los metales que la constituía”.
La avidez por hacerse de placas de video creció fuertemente en los últimos años de la mano de la popularización de las criptomonedas. Ya que estos aparatos se utilizan para el llamado “minado” de criptoactivos, como pueden ser el Bitcoin, Ethereum, entre muchos otros.
De hecho, en la Argentina existen varios emprendimientos que arman “rigs” a medida para que cualqueira pueda minar desde su hogar. Un “rig” es un conjunto de placas de video especialmente diseñado para esta tarea que, a pesar de la reciente caída de las criptomonedas, sigue existiendo y todavía es popular.