Viernes 22 de noviembre de 2024
04 MAR 2022 - 15:37 | Sociedad

Un elefante marino apareció en un campo de Punta Indio y debieron trasladarlo a San Clemente para devolverlo al mar

El animal se instaló en el bebedero de las vacas y no quería irse del lugar. El productor rural a cargo del lugar llamo a los guardaparques para que pudieran trasladarlo a su hábitat natural.

El elefante marino se instaló en el bebedero de las vacas.

Un elefante marino apareció en un campo por la ruta 11, en la localidad de Punta Indio, y el productor rural a cargo del lugar logró contenerlo hasta llamar a los especialistas para poder devolverlo al mar.

Gervasio Sáenz Valiente, productor y consignatario del campo, brindó detalles de lo sucedido al diario “El Fundador”. “Cuando fui hasta el lugar y lo vi cerca de la bebida, no podía creer. Hemos visto ballenas y delfines muertos, que llegaban por efecto de la marea. Pero la aguada está a unos 2000 metros de la costa, la única forma que pudo haber llegado hasta allí es por el canal aliviador”.

El productor ganadero no dudó en comunicarse con la delegación de guardaparques de la provincia de Buenos Aires, para saber cómo actuar con el animal.

Inicialmente los zootecnistas le sugirieron que “no lo toquen, no le griten, no lo asusten, ni lo alimenten y que solo agarren dos maderas y que las golpeen entre sí, con golpes secos, para que de a poco encare en dirección al río”.

Fue entonces que, siguiendo el consejo profesional de los guardaparques, y con la colaboración de sus dos hijos comenzaron a emitir sonidos provocados por ellos con elementos sólidos. Frente a ese estímulo sonoro, el animal empezó a moverse muy de a poco.

Sin embargo, luego y de repente, el elefante marino no quiso seguir su camino rumbo al agua del río: “Simulaba estar cansado. Se revolcaba en el barro que había en un charco, para sacarse la enorme cantidad de mosquitos que había y se plantó”, dijo el productor.

Ante este comportamiento del pesado animal marino, Sáenz Valiente decidió llamar otra vez a los guardaparques para que lo vengan a buscar y lo devuelvan a su hábitat natural.

Cuando los expertos llegaron, ya el animal había desaparecido de donde se encontraba horas antes.

Fue al día siguiente que Sáenz Valiente comenzó a dudar acerca de que el animal se haya ido verdaderamente.

Entonces comenzó nuevamente a recorrer la costa. Pasadas varias horas de andar sin lograr hallarlo, concluyó que debía volver a dirigirse hacia el lugar de las bebidas para los animales.

“Cuando me aproximé, vi cómo la vaca que intentaba tomar agua reculaba una y otra vez. Vaya sorpresa, lo encontré metido y estirado de punta a punta en la batea de cemento repleta de agua, sin intención de salir, aun con los golpes secos de las dos maderas”, relató el productor de Punta Indio.

Después puntualizó: “Lo quise agarrar de la cola y ahí no más se arrolló, se levantó y sacó pecho, enojado, como diciendo vos no me vas a molestar. Se giró y recién después se dignó a salir”.

Otra vez, decidió llamar a los guardaparques para que se lo llevaran. “Ya habían pasado varios días y parecía que se había aquerenciado en el lugar. Era su territorio y no estaba dispuesto a dejarlo”, detalló.

Finalmente, los guardaparques bonaerenses se llevaron al elefante marino desde Punta Indio hasta las playas de San Clemente del Tuyú para devolverlo al mar.

“Según me dijeron, era un pichón de ocho meses que aún se amamanta, que puede mantenerse varios días sin alimentarse, por las reservas de grasa que tiene su cuerpo y que se habría perdido de la manada”, fue lo que aportó como dato final el consignatario del campo.