Viernes 22 de noviembre de 2024
16 JUN 2021 - 18:38 | Sociedad

Mar Chiquita: investigan una presunta red de trata detrás de los casos de abuso de dos jóvenes venezolanas

En abril detuvieron a un hombre que tenía cautiva a una de las mujeres en General Pirán. Otra de las víctimas se animó a denunciar. Ahora la justicia intenta determinar si hay una red y si el acusado era el primer enlace de la organización para prostituir a las víctimas.

El hombre fue detenido en abril y en las últimas semanas se sumó una nueva acusación.

La justicia investiga la posibilidad de que el hombre detenido en abril en General Pirán por abuso sexual sea el primer eslabón de una red de trata que captaba mujeres en Venezuela.

En abril, tal como informó Entrelíneas.info, fue detenido un empleado de la municipalidad de Mar Chiquita por orden de la Fiscalía Federal Nº 1 de Mar del Plata. El hombre, de 51 años había contactado a través de Facebook a una mujer venezolana de 21 años. La joven había llegado en tren a Pirán, luego de una travesía que la llevó a cruzar cinco fronteras, atravesar 11 días de viaje por tierra y hasta perder su bolso de equipaje a bordo de una balsa que la llevó hasta Ecuador en una clara situación de riesgo.

El acusado la recibió y la llevó a su casa, que permanecía con su puerta y postigos de ventanas cerrados cuando el hombre salía a trabajar. Hubo amenazas, comunicaciones controladas con su familia y abusos sexuales cada día, de acuerdo a la acusación de la Fiscalía Federal Nº1 de Mar del Plata, que fue convalidada por el juez, Santiago Inchausti, al momento de procesar con prisión preventiva al único imputado.

Luego de que este caso apareciera en la prensa, otra compatriota de la víctima que había sufrido la misma situación en 2008 se contactó con la fiscalía interviniente y presentó la denuncia por abuso sexual. Por su caso, la fiscal Federal, Laura Mazzaferri solicitó la ampliación de la indagatoria del acusado el 10 de junio.

Finalmente,

“Estamos vinculándonos con las fiscalías de los distintos países por los que las dos chicas pasaron para ver cuál es el tipo de información que ellos tienen sobre posibles organizaciones de tráfico de personas. Las dos fueron pasando por varios países hasta llegar a Bolivia. Queremos entender si el detenido era parte de una organización, porque durante el momento en que estuvo encerrada en su casa, apareció otra mujer venezolana y en conversaciones él mencionó a otra”, explicó la fiscal Mazzaferri.

 

LOS HECHOS

Según la información del portal Eldiarioar.com, G. tiene 21 años, un hijo en su país y estaba buscando destinos para ir a vivir. Hace 8 meses, un hombre argentino de 51 años le escribió por Facebook. Las charlas se repitieron durante meses hasta que él le dijo que la quería ayudar. Le propuso que venga a la Argentina a trabajar en un resort, con la idea de que pudiera mandar dinero a su país y que luego podría traer a todos sus familiares. Él arregló con una organización que se encarga de pasar gente por la frontera de San Antonio del Táchira a Cúcuta, del lado colombiano. Para eso, según le dijo, tuvo que pagar 830 dólares a una mujer. Luego le giró dinero para que ella tuviera para comer y dormir hasta que llegó a Mar del Plata. En el recorrido, la joven pasó además por las fronteras de Ecuador, Perú y Bolivia.

En su declaración, ella dijo que escuchó que había otra mujer venezolana mencionada y que además otra apareció por la casa. Los investigadores están tratando de llegar a ellas. “Estamos investigando si detrás de él hay una organización. Es probable que haya otras víctimas. Estamos tratando de entender la envergadura y la habitualidad con que este hombre cometía estos hechos”, agregó Mazzaferri.

El 15 de marzo la joven llegó al país. Los días pasaron y de la oferta laboral no había noticias. Fueron tres semanas con distintas excusas. El hombre abusó sexualmente de ella varias. La víctima había traído un teléfono que le había dicho al llegar que no funcionaba más, por eso él no se lo quitó. Ella lo cargó a escondidas y llamó a la Policía Federal. Como no tenía idea de dónde estaba, los agentes le dijeron que abriera el Google Maps. Así les dio la orientación y el nombre del captor. A las pocas horas, la fiscal consiguió la orden de allanamiento. Luego detuvieron al entrenador.

Al conocerse el caso, otra de las víctimas W. de 27 años, también decidió denunciar lo que le había pasado en noviembre. En un relato casi calcado llegó a la Argentina pero vía Mendoza. Ella tiene dos hijos en Venezuela y es diseñadora gráfica. A diferencia de la otra víctima, W. discutió un día y salió corriendo a la calle. El captor la persiguió, pero pasó un patrullero y la víctima se acercó a unos policías.

Por el hecho del que fue víctima G., la fiscal Mazzaferri pidió el procesamiento con prisión preventiva. Lo acusa por los delitos de trata de personas bajo la modalidad de captación, transporte y recibimiento agravado por el abuso de la situación de vulnerabilidad, en concurso real con abuso sexual agravado. La semana pasada fue la indagatoria por el hecho denunciado por W., aún se espera la decisión de la Fiscalía luego de que analice esa declaración.