Día de la Milanesa en la Argentina: por qué se celebra hoy
Llegó a Sudamérica a fines del siglo XIX con la ola de inmigrantes italianos, quienes adoptaron la variante siciliana, llamada cotoletta a la messinese.
La fecha para homenajear en Argentina a la milanesa, uno de las comidas preferidas de todos aquellos que comen carne, nació a partir de una campaña en las redes sociales llevada a cabo por un grupo de argentinos.
El 3 de mayo de 2018, luego de someter la propuesta a votación en diferentes plataformas, miles de internautas decidieron acompañar el ofrecimiento. De ahí en más, usuarios se agrupan para festejar o compartir fotos de sus platos.
La historia de esta minuta se remonta a la Edad Media, según consigna Perfil. Historiadores en gastronomía rastrearon sus orígenes en ciertos registros culinarios a través de los siglos y dieron con lo que podría ser el primero de sus "prototipos" en 1134.
Formaba parte del menú en un municipio italiano llamado Mediolanum, hoy Milán. El plato fue denominado lombolos cum panitio. El término Lumbus, en latín, significa carne de lomo mientras que la palabra panitio remite al pan.
Luego, específicamente en el siglo XVI, el maestro cocinero Bartolomeo Scappi descubrió que al rebozar la carne y freírla por un corto período de tiempo, su sabor mejoraba. De esa manera, fue registrado en su libro de cocina Opera dell'Arte di Cucinare (1570).
Por su parte, Austria posee un plato similar que se remonta al Imperio Romano (29 a.C - 476 d. C). Se trata del wiener schnitzel, que se prepara con carne de ternera recubierta de pan rallado, se fríe y acompaña con papas o ensalada.
La milanesa haría su desembarco en Sudamérica a fines del siglo XIX con la ola de inmigrantes italianos, quienes adoptaron para ese entonces la variante siciliana, llamada cotoletta a la messinese, y estaba compuesta por pan rallado, ajo, perejil y huevo y que se fríe.
En cambio, la invención de la tradicional versión napolitana no ha podido adjudicarse a la ciudad de Nápoles y tampoco a Buenos Aires. Sin embargo, y según la leyenda, habría sido creada en un restaurante porteño en los años 50.
La idea surgió de un afortunado accidente gastronómico: a un cocinero se le quemó una entrega de milanesas. Para poder disimular el incidente, procedió a cubrirlas con salsa de tomate y queso mozzarella sobrante, como si se tratara de una pizza.