Martes 26 de noviembre de 2024
17 MAR 2021 - 13:03 | Sociedad
Salud & Medio Ambiente

La Provincia: sólo el 25% de las personas menstruantes emplea productos reutilizables

El dato se desprende del informe de impacto ambiental de la Primera Encuesta sobre Gestión Menstrual realizada por la Defensoría del Pueblo bonaerense.

“Los productos descartables demoran unos 500 años en degradarse”, advirtió Guido Lorenzino, defensor del Pueblo bonaerense. La copa menstrual, en cambio, es reutilizable. (Foto: Getty Images)

Apenas un cuarto de las personas menstruantes que reconocen utilizar alternativas reutilizables, y la existencia de un amplio desconocimiento sobre los materiales con los que se fabrican los productos que utilizan y del daño que pueden provocar, son los principales resultados del informe de impacto ambiental de la Primera Encuesta sobre Gestión Menstrual realizada por la Defensoría del Pueblo bonaerense.

Este estudio hecho por el organismo que conduce Guido Lorenzino en base a un cuestionario que fue respondido por casi 2.000 personas, buscó determinar el grado de conocimiento sobre productos descartables y reutilizables; el uso de los mismos; el conocimiento sobre la materia prima y el impacto al medioambiente de éstos; y la opinión sobre la promoción y distribución de los reutilizables.

En primer lugar, sólo el 25% de las personas encuestadas reconocieron usar métodos reutilizables, y del 75% que se inclina por los descartables manifestaron desechar entre 4 ó 5 productos al día, lo que equivale a unos 22 productos en los 5 días que dura aproximadamente el sangrado, y unos 286 productos por año (en un total de 13 ciclos).

Sin embargo, se ve un descenso en el uso de los productos descartables entre quienes tienen de 18 a 30 años, en donde el 30% se encuentra actualmente optando por alternativas sustentables.

Según la encuesta, mientras quienes eligen usar productos descartables priorizan “la facilidad” a la hora de usarlos y conseguirlos, motivos como ser más “ecológicos”, “económicos” e “higiénicos” prevalecen entre quienes eligen utilizar productos reutilizables.

Por otro lado, el informe mostró que las toallitas y los tampones son los productos más conocidos, en un 98 y 93,2% de los casos, respectivamente. Más atrás aparecen las copas menstruales, con 83,1%. Sin embargo, todavía existe un nivel considerable de desconocimiento sobre otras alternativas sustentables, como los paños absorbentes lavables (40,4%), la ropa interior absorbente (23,1%) y las esponjas marinas (4,3%).

Además, este aspecto está marcado por la edad: mientras el 46,7% de las personas menstruantes desde los 18 años conocen los productos reutilizables, este número cae al 18,9% a partir de los 50 años.

El informe también muestra que hay un gran desconocimiento sobre la materia prima y el impacto al medioambiente de los productos utilizados. El 68% reconoció saber “poco” o “nada” sobre los materiales con los que se fabrican los productos. De todas formas, al indagar según producto utilizado, hay un mayor conocimiento sobre la composición material en quienes utilizan productos reutilizables.

En esa línea, el 42% indicó conocer “poco” o “nada” sobre el impacto al medio ambiente que ocasionan los productos que utilizan. Pero, una vez más, este valor se acentúa para uno de los grupos: mientras que menos del 10% de quienes utilizan productos reutilizables reconoció saber “poco” o “nada” sobre esto, en quienes utilizan descartables este porcentaje asciende a más de la mitad (52,6%).  

“Los productos descartables demoran unos 500 años en degradarse, son utilizados alrededor de 35 años de la vida de una persona menstruante y forman parte de los residuos no reciclables ni biodegradables altamente contaminantes para nuestro medioambiente, por lo que es necesario entender el impacto que tienen y evaluar alternativas amigables con el entorno”, reconoció Lorenzino.

Por último, el trabajo también mostró que el 91% de las personas encuestadas indicó estar de acuerdo con que se promueva el uso de productos reutilizables, y el 85% sostuvo que se los debería incluir en la distribución gratuita de productos de gestión menstrual por parte del Estado.