El crimen de Villa Gesell: los duros términos de la Justicia para referirse al asesinato de Fernando
Al confirmar la prisión preventiva de los 8 rugbiers, la Cámara de Dolores calificó duramente el accionar de los imputados.
“Fue, simplemente, una cacería humana con un solo objetivo: la víctima”. Así describió el camarista Felipe Defelitto la sucesión de hechos que terminaron con la muerte de Fernando Báez Sosa.
Con citas de Conrad y una dura adjetivación, el fallo con el que la Sala I de la Cámara de Dolores confirmó la prisión preventiva a los 8 detenidos por el crimen propone una fuerte valoración de los hechos que sucedieron en enero pasado en Villa Gesell.
“Amén de cómo ha sido calificado hasta la fecha el hecho investigado, no puede dejar de señalarse la cantidad de intervinientes contra una sola persona, la brutalidad de la golpiza ejercida contra la víctima, el motivo fútil que llevó al accionar de los imputados a darle muerte, el desprecio total por la vida ajena. Fue, simplemente, una cacería humana con un solo objetivo: la víctima”, sostiene el voto al que adhirieron los demás jueces.
Analizando si existen peligros de fuga o interferencia en el proceso de investigación –condición esencial para determinar si los imputados deben o no continuar detenidos preventivamente– la Cámara tuvo en cuenta las acciones que los rugbiers llevaron a cabo luego de la golpiza en la puerta del boliche Le Brique. La manera en que continuaron con su rutina al ir al local de comidas rápidas, la acusación a Pablo Ventura y la falta de nerviosismo al ser interrogados por personal policial muestra, según sostiene el Tribunal, que se trata de “personas frías y calculadoras”.
Por eso, dice el fallo del camarista Defelitto, “viene a mi mente una frase que le es atribuida a Joseph Conrad: ‘la creencia en algún tipo de maldad sobrenatural no es necesaria. Los hombres por sí solos ya son capaces de cualquier maldad’”.
Luciano Pertossi; Lucas Fidel Pertossi; Enzo Tomás Comelli; Ciro Pertossi; Máximo Pablo Thomsen; Matías Franco Benicelli; Blas Cinalli y Ayrton Michael Viollaz, entonces, deberán continuar detenidos preventivamente, en tanto que Juan Pedro Guarino y Alejo Milanesi seguirán en libertad por falta de mérito, aunque sometidos a la prosecución de la investigación.