La historia de la perra que, abrazada a su dueño, murió a raíz de la pirotecnia
Sucedió en Esquel, Chubut. La bóxer falleció de un ataque cardíaco, generado por el susto que le causaban las explosiones de los fuegos artificiales. La familia no pudo lograr que ningún veterinario la atendiera.
Una familia de Esquel, Chubut, llora con desconsuelo la muerte de su perra, quien falleció en la noche del sábado 14 a raíz de los estruendos por la pirotecnia típica en esta época de fiestas. A través de las redes sociales, la organización ADAE (Adoptá-Esterilizá-Educá) viralizó la publicación de Antonella Modasjazh, que compartió con dolor la muerte de su mascota Magui. En la foto se ve a la perra en los brazos de su hijo a causa de los ruidos de la pirotecnia.
"¡Ella era nuestra amada mascota! Se llamaba Magui y acaba de morir. Era viejita y le tenía terror a la pirotecnia. No sabíamos dónde más meterla: mientras otros se divertían, ella la estaba pasando muy mal. Le agarró un ataque, llamamos a todos los veterinarios de Esquel para que nos ayuden y ¡ninguno nos atendió! La perra murió en los brazos de mi hijo, rogándome que llame a alguien para que la viniera a auxiliar", expresó la mujer en un extenso texto publicado en Facebook.
La organización ADAE repudió a quienes causaron ese gran dolor y se solidarizó con los dueños de Magui. “Tu diversión la aturdió, la aterró, le generó un pánico inexplicable. Tu diversión la mató. Magui falleció en brazos de su dueño. Su familia quedó desconsolada, angustiada, impotente ante semejante injusticia”, dice el posteo de la página ADAE, dedicada a concientizar sobre los cuidados de los perros.
El posteo, que se convirtió en viral en pocas horas, sigue: “Esta familia perdió un integrante, un valioso integrante. Su amiga, su viejita...”. Desde allí iniciaron la campaña #JusticiaPorMagui a la vez que manifestaron su “repudio a quienes causaron este dolor y nos solidarizamos con la familia de Magui en este duelo inesperado e injusto”.
Cabe destacar que los perros sufren los fuegos artificiales. Y es que las mascotas pueden experimentar severos cuadros de estrés, ansiedad y afecciones cardíacas debido al estruendoso ruido de la pirotecnia, lo que puede derivar en un infarto.