Preocupa en el Gobierno el impacto de la suba del dólar en las tarifas
El aumento repercute directamente en la energía y en los subsidios que se pretenden bajar,
El movimiento del dolar también es seguido de cerca en el Ministerio de Hacienda por el impacto que tiene en las tarifas y, en particular, en los subsidios económicos, que el Gobierno busca bajar para llegar a la meta de déficit fiscal cero para fin de año.
En especial, la volatilidad del tipo de cambio afecta de lleno al sector energético, donde el 90% de los costos están en dólares. Por ejemplo, el próximo mes habrá un aumento en las tarifas de gas. Todavía la suba no está definida porque dependerá del precio promedio del tipo de cambio entre los primeros 15 días de marzo.
Por lo tanto, el Gobierno espera que el dólar no se vuelva a disparar en la próxima semana como sucedió anteayer, para poder anunciar así un aumento no mayor al 30%, que es el que tiene en carpeta.
El mes pasado, cuando la Secretaría de Energía convocó a una subasta para definir el precio del hidrocarburo, el resultado quedó en US$4,56 el millón de BTU (medida inglesa que se utiliza en el sector), mayor al esperado. "Un 10% de ese valor es el seguro de cambio", reconoció un funcionario, ya que desde este año las empresas deben hacerse cargo de los posibles saltos del dólar, una deuda que el año pasado generó $20.000 millones y que el Gobierno terminó absorbiendo, aunque todavía no la pagó.
Además del gas, la suba del tipo de cambio impacta directamente en el gasoil, uno de los insumos principales para los colectivos, lo que podría afectar los subsidios al transporte. El ministro Guillermo Dietrich ya había advertido que la probabilidad de que haya un nuevo aumento en las tarifas para este año dependerá del precio del combustible.
Por otro lado, el dólar está directamente relacionado con la inflación: si sube, también lo hace el índice de precios. El dilema para el Gobierno es que si aumenta mucho la variación de precios, no podría autorizar la misma suba en tarifas, ya que se quiere evitar cualquier mal humor en el electorado de cara a las elecciones. Eso lo dejó en claro tras concentrar los incrementos en el primer cuatrimestre del año. Pero, por otro lado, tampoco puede dejar que aumente el gasto, ya que tiene un acuerdo estricto con el FMI.