Paro municipal por 72 horas, tensión con el gremio y servicios afectados: crece un conflicto que puede escalar
Un paro de empleados municipales por tres días expone un fuerte conflicto salarial con la gestión local, afecta servicios esenciales y vuelve a encender alertas en el mapa político bonaerense, en un escenario que no es aislado y se repite en distintos distritos.

Aunque el foco está puesto en San Isidro, el conflicto refleja una problemática estructural que atraviesa a numerosos municipios bonaerenses.
Un conflicto salarial de alto impacto volvió a sacudir a un municipio bonaerense y encendió señales de alerta en el entramado político y gremial. Los empleados municipales iniciaron un paro por 72 horas en San Isidro, en el marco de una disputa que enfrenta al sindicato con el Ejecutivo local y que ya tiene consecuencias directas en la prestación de servicios públicos.
La medida de fuerza fue resuelta por el gremio que nuclea a los trabajadores municipales, tras el fracaso de las negociaciones paritarias y en rechazo a la propuesta salarial presentada por el municipio. La protesta incluye retención de tareas, asambleas y movilizaciones, y podría profundizarse si no hay una nueva oferta en los próximos días.
El conflicto se desarrolla en San Isidro, uno de los distritos históricamente considerados ordenados desde el punto de vista administrativo, lo que potencia el impacto político de la protesta y la vuelve una señal de alarma para otros municipios que atraviesan situaciones similares.
Reclamo salarial y advertencia gremial
Desde el sindicato señalaron que la oferta oficial quedó muy por debajo de la inflación y denunciaron una pérdida sostenida del poder adquisitivo de los trabajadores. Además, advirtieron que la medida de fuerza podría extenderse si no hay avances concretos en la negociación.
“Los salarios municipales están cada vez más lejos del costo de vida y no hay voluntad real de recomposición”, señalaron desde la conducción gremial, que también cuestionó la falta de diálogo y la demora en dar respuestas.
La postura del Ejecutivo
Desde el gobierno municipal, en tanto, sostuvieron que la propuesta salarial se encuentra dentro de las posibilidades financieras del distrito y remarcaron la necesidad de preservar el equilibrio de las cuentas públicas. También cuestionaron la duración del paro y el impacto sobre los vecinos.
El cruce entre ambas partes dejó expuesto un conflicto que va más allá de una paritaria puntual y se inscribe en un escenario provincial más amplio, donde los municipios enfrentan tensiones crecientes entre ingresos, salarios y demandas sindicales.
Un conflicto que excede a un solo distrito
Aunque el foco está puesto en San Isidro, el conflicto refleja una problemática estructural que atraviesa a numerosos municipios bonaerenses: salarios atrasados frente a la inflación, paritarias tensas y servicios públicos condicionados por las medidas de fuerza.
En ese contexto, el paro municipal de 72 horas se convierte en una postal que se repite y que vuelve a poner en debate el modelo de financiamiento local, el rol del Estado municipal y la sostenibilidad de los acuerdos salariales en un escenario económico complejo.












