Sábado 21 de diciembre de 2024
19 DEC 2024 - 14:10 | Política
Censura

Marcelo Longobardi, despedido de Radio Rivadavia: "¿Qué van a decir los tipos, que me echaron porque lo pidió Karina Milei?"

El periodista, que fue desvinculado de la emisora ayer a través de un correo electrónico, dijo que “acá hay una presión del gobierno brutal que venía hace tres meses”.

“El tipo no tolera esta noción de que yo no lo respalde aun considerando que yo soy una persona que viene del liberalismo”, consideró Longobardi sobre Milei.

El periodista Marcelo Longobardi fue echado este miércoles de Radio Rivadavia. Desde la empresa informaron, a través de un comunicado, que “se dio por finalizado el vínculo contractual” y justificaron: “Esta determinación se adopta en estricto apego a las condiciones previamente acordadas y, de manera destacada, ante el desempeño en términos de audiencia que no acompañó las expectativas trazadas por nuestra emisora”.

“Como medio con una sólida trayectoria y un inquebrantable compromiso con la excelencia periodística, Radio Rivadavia trabaja para liderar en audiencia, y el rating es un factor esencial para asegurar la competitividad y la consolidación de nuestros contenidos”, agregó. Asimismo la radio propiedad de Marcelo Figoli le agradeció a Longobardi “la labor desempeñada durante el tiempo en que colaboró” con esa casa a la vez que le deseó “el mayor de los éxitos en sus futuros emprendimientos profesionales”.

Consultado por elDiarioAR, Longobardi desmintió que estas fueran las razones reales de su desvinculación y atribuyó lo sucedido a su enfrentamiento con el gobierno de Javier Milei que, entre otras cosas, lo trató de “periodista ensobrado”, “chanta”, “dinosaurio”, “idiota” e “hijo de puta”.

“En la radio están usando dos argumentos que son completamente inverosímiles. El primero es el de rating. Tengo pilas de chats de la radio de hasta hace dos semanas festejando el rating. Esto es una mentira. De hecho, mi propio rating es más alto que el de la propia radio. ¿Entendés? Y segundo, el tema de la presencialidad que ellos exhiben como argumento. Es otra gansada que no tiene ningún sustento. Son excusas. ¿Qué van a decir los tipos, que me echaron porque lo pidió Karina Milei? No lo pueden hacer. Entonces, se agarran de lo que tienen”, explicó Longobardi.

En la entrevista con elDiarioAR, el periodista que vive en Miami y en Buenos Aires, detalló que
cuando ellos me contrataron para la radio, yo estaba en Estados Unidos trabajando para CNN, No es nuevo el asunto de mi presencialidad relativa, que tampoco es total, es completamente parcial. A veces estoy en Estados Unidos y a veces en Buenos Aires. Pero hoy en día, tecnológicamente hablando, lo que yo hago es inobjetable, desde el punto de vista periodístico y desde el punto de vista tecnológico. Son argumentos que no tienen sentido”. 

Longobardi reveló que “acá hay una presión del gobierno brutal que venía hace tres meses y que se desencadenó el lunes con el reportaje a Hugo Alconada Mon (N. de la R.: sobre los activos en el exterior por más de US$ 2 millones de Andrés Vázquez, titular de la DGI, que no declaró en la Argentina), que fue brutal”. Y agregó que “ese día arreglé con la radio mis vacaciones, que empezaban la semana que viene. Por lo tanto, digamos, acá hubo un desencadenante porque los tipos podrían haber esperado hasta fin de año. O sea, me tenían que echar porque tenía que llevar mi cabeza a Rodrigo Lugones (N. de la R.: consejero del asesor presidencial Santiago Caputo). Rápido. Todos creemos que el desencadenante fue la entrevista a Hugo Alconada Mon”.

Respecto del encono personal que Javier Milei tiene con él, Longobardi consideró que “yo creo que hay una explicación política al asunto. Yo estoy en una posición rara, porque yo no soy kirchnerista, ¿entendés? ¿Dónde me pone a mí Milei? No me puede acusar de kirchnerista, entonces yo creo que el punto es que puse por debajo de cuestiones de carácter institucional los temas económicos. Yo no les festejo los temas económicos porque pongo por encima de eso su falta de respeto institucional. Y no es un problema de modales. Es decir, no es un tema de que a mí no me gustan sus formas, por supuesto que a mí me gustan las formas, pero no podemos confundir a un tipo que es, por ejemplo, un vulgar y un mal educado con un autócrata”.