Viernes 22 de noviembre de 2024
21 MAR 2022 - 10:31 | Política
Seguridad informática

La Defensoría del Pueblo bonaerense propone la creación de una agencia nacional para proteger los datos personales

El organismo presidido por Guido Lorenzino le recomendó al Congreso que redacte y aprueba una ley que permita la creación de un organismo que tenga como objetivo mejorar la protección de los datos ante el uso que hacen de ellos las empresas digitales.

“Resulta indispensable crear un estándar de protección de las personas que limite el libre desempeño de los algoritmos”, aseveró Guido Lorenzino, titular de la Defensoría.

La Defensoría del Pueblo bonaerense le recomendó al Congreso la redacción, tratamiento y aprobación de un proyecto de ley que apunte a la creación de una Agencia Nacional de Algoritmos, un organismo que sirva para mejorar la protección de los datos personales ante el uso que hacen de ellos las empresas digitales.

Esta idea nace de entender que estas compañías tienen un poder casi absoluto en cuanto al acopio y utilización de nuestros datos personales. Conocen en forma exhaustiva todo de nosotros y nosotras y no podemos eludir a los algoritmos, que eligen presentarnos al mundo de una forma sólo guiada por el ánimo de lucro de estas firmas”, expresó el Defensor del Pueblo, Guido Lorenzino.

En esa línea, indicó que “resulta indispensable crear un estándar de protección de las personas que limite el libre desempeño de los algoritmos, y que analice las finalidades y valores que persigue la inteligencia artificial. Desde el Estado debemos evitar que se instaure un modelo de totalitarismo digital”.

El pedido realizado por el organismo apunta a que el Congreso cree esta agencia para velar por la vigencia, aplicación y eventuales reformas de la ley de protección de datos personales; la digitalización del Estado; la ciberseguridad; la soberanía digital; la protección de la ciudadanía ante los posibles riesgos que deriven de la implementación de algoritmos e inteligencia artificial; y la supervisión y registro de los algoritmos e inteligencia artificial a fin que no contengan sesgos de género, raza o clase.

También está pensada para que se ocupe del encuadramiento de las nuevas relaciones sociales, laborales, económicas y culturales que se gesten a partir de la proliferación de las economías de plataformas y apps; y el diálogo desde el Estado con las empresas tecnológicas, entre otras atribuciones y funciones.

“La tecnología no es neutral. Se impone un profundo debate sobre el rol de los estados y las regulaciones necesarias para dar cuenta de esta problemática. Casos como el de Cambridge Analítica o el referido al Brexit en Gran Bretaña nos muestran cómo los algoritmos pueden ser utilizados para incidir en la vida política, social y económica de las sociedades. Hay un direccionamiento de la voluntad de las personas mediante la utilización de grandes cantidades de información obtenidas de las redes sociales que hoy se encuentran fuera de toda regulación”, explicó Lorenzino.