El dólar sigue subiendo y se acerca a los 90 pesos en los bancos
Con la economía parada debido al aislamiento por el coronavirus, la divisa está cerca de los 90 pesos. Detalles.
Las notorias restricciones para operar divisas en la Argentina surten el efecto de anestesiar la dinámica de precios para el dólar. Aún con la monumental expansión de la Base Monetaria, por unos $600.000 millones en marzo, y algo más atenuada en cuanto al dinero en poder del público -los depósitos en caja de ahorro crecieron 15% en un mes-, el tipo de cambio mantiene las leves subas diarias determinadas por el propio Banco Central con sus intervenciones de contado.
En el mercado mayorista el dólar sube ocho centavos, a $64,99, mientras que en el promedio de bancos, con el recargo de 30%, promedia los $87,04 para la venta al público, con el límite mensual de USD 200 por individuo.
El dólar formal acumula un incremento de 8,5% desde que comenzó 2020, y de 48,7% en los últimos doce meses, desde los $43,70 mayorista del 8 de abril de 2019.
Aleja la amenaza de una devaluación descontrolada el inusual presente de la plaza cambiaria, limitada por las medidas contra el coronavirus, pues hoy el mercado de cambios está prácticamente bloqueado para la demanda privada por el “cepo”, más el bajo movimiento de pesos en circulación por la cuarentena y la estresada liquidez de pesos por la profunda recesión.
Además contribuye a apaciguar la presión devaluatoria sobre el peso argentino que este lunes se produce una marcada depreciación del dólar frente a las divisas emergentes. En Brasil el billete verde resta un 2%, a 5,23 reales, tras haber superado los 5,30 reales la semana pasada.
Las entidades bancarias operan sólo por homebanking o por cajero automático para el retiro de efectivo en pesos, en medio de la cuarentena dispuesta por el Gobierno nacional para frenar el avance del coronavirus.
Desde el viernes pasado el Banco Central dispuso la apertura de las sucursales solo para atender a clientes que sean beneficiarios de haberes previsionales y pensiones, y beneficiarios de prestaciones, planes o programas de ayuda abonados por la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS) u otro ente administrador de pagos.
“No se puede cerrar un país por mucho tiempo, ni Argentina ni Estados Unidos. Tenemos que empezar a pensar para primero manejar la emergencia con la mayor eficiencia posible y con la menor cantidad de despilfarro de gasto posible y pensar una salida ordenada”, dijo el economista Enrique Szewach, ex director del Banco Central.